La actualidad nos lleva nuevamente a este debate que coche me compró uno de gasolina o uno eléctrico?
Vamos a tratar de aclararte las ventajas y desventajas de cada uno de los casos.
Los precios del combustible están por las nubes, llenar el depósito del coche supone ya desembolsar una buena cantidad de dinero, y la previsión por el momento es que siga al alza.
Por otro lado el precio de la luz está en máximos históricos, el precio del kilovatio está disparado, por lo que la decisión “Que coche me compro Gasolina o Eléctrico” no se antoja nada sencilla.
Si analizamos un vehículo térmico como puede ser un Volkswagen Polo con motor 1.0 y 95cv de potencia y combustible gasolina, vemos que el consumo a velocidad baja es de 6,7L/100KM (WLTP) e incorpora un depósito de combustible de 40 Litros, si cogemos como referencia el precio medio del combustible en Canarias a día 15 de Marzo del 2022 es de 1,41 euros sin plomo 95 octanos por litro, vemos que tenemos que desembolsar 56,40 euros para llenar nuestro depósito.
Con este vehículo gastaremos 9,44 euros cada 100 kilómetros, cada 300 kilómetros 28,32 euros.
Por otro lado vamos a analizar lo que costaría uno eléctrico, cogemos como ejemplo un Nissan Leaf de 62KW, el cual tiene una autonomía (WLTP) de 385 kilómetros.
La batería es este modelo tiene una capacidad de 62KWH (56KWH Usables) Vamos a calcular el costo de recarga, cogemos como referencia un enchufe domestico de 3 KW/H,
si tuviéramos que cargar el vehículo de 0% al 100% tendríamos que estar una 20 horas, y hemos tomado el precio del KW/H que tenemos actualmente en nuestra empresa que es de 0,15 euros,
Por tanto el precio que pagaremos por cargarlo es de 3 euros. Gastaremos cada 100 kilómetros 0,78 euros.
La diferencia económica en 100 kilómetros entre estos 2 modelos (gasolina-eléctrico) es de 8,66 euros a favor del eléctrico, a los 20.000 km habremos ahorrado 1.732 euros con el coche eléctrico , una diferencia muy significativa.
Si a todo esto le sumamos el coste de mantenimiento de un coche térmico y reparaciones, hace que la apuesta por un coche eléctrico sea más que interesante.
La ventaja principal del vehículo de combustión radica en el tiempo que no necesitas perder para volver a tener autonomía para circular, cosa que el eléctrico si te obliga “de momento” a planificar tu carga.
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